La roca de las palomas, Beirut
Beirut. Comienza la cuenta atrás. Ganas. Miedos. Expectación. Tristeza. Alegría. Incertidumbre. ¿Cómo puede algo provocarnos tantas emociones juntas y tan contradictorias?
Miedo, mucho miedo. No a los terroristas. Tampoco a la guerra. Líbano está en paz, por si todavía queda algún rezagado que no lo sepa. Tengo miedo a lo desconocido. A no saber. A dejar atrás una parte de mí que estoy segura que dejaré en cuanto suba al avión. La parte de mí insegura, inmadura, débil, tiene que quedarse aquí, escondida en un rincón, esperando a que vuelva. Cuando vuelva la buscaré, y le diré que puede buscarse otro hospedador, que yo ya no la necesito.
Ganas de descubrir el mundo y de descubrirme a mí frente a él. De entender a nuevas gentes y nuevas culturas, de empaparme de diversidad. De crecer.
Expectación. No necesita descripción.
Tristeza por todo lo que dejo aquí. Último año de carrera. Fin de una etapa... y comienzo de otra. Sobre todo, porque no voy a ver en cuatro meses a personas que son muy importantes para mí. Y quién sabe después...
Alegría porque se va a cumplir un sueño :). Uno de los tantos que tengo, como buena soñadora empedernida que soy.
Incertidumbre porque el mañana... nunca se sabe!
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